El hombre todavía vive bajo el (mal entendido) lema: "Sojuzgad la Tierra..." Esta frase de la Biblia es repetidamente mal aplicada como autoridad sobre la naturaleza y el medio ambiente, al igual que los animales, vergonzosamente maltratados sin sentido ni razón. El hombre ya no se entiende a sí mismo como parte de la naturaleza, sino que se siente más fuerte y la transforma según sus ideas, o lucha con ella, como la causa de los desastres, como las tormentas, las inundaciones... El hombre ve sólo un sentido en el uso de la naturaleza. para satisfacer sus necesidades; por el bienestar material. Los pueblos naturales, como los indios norteamericanos, la tratan diferente: reciben de Ella vastos conocimientos, los utilizan adecuadamente, siempre en la medida en que sus necesidades inmediatas lo requieren. Siempre dan gracias por lo que toman y le dan a Ella a cambio. Prestan atención a los valores de la naturaleza y ven en ella a la Madre que nos mantiene vivos. Lo que los conquistadores "civilizados" perciben como salvajismo es a menudo el trato sabio y razonable de la creación de Dios. También para los esenios la naturaleza era una Madre que se ocupaba de todas las necesidades terrenales; No era una fuerza que destruye y debe ser sometida. La unidad de la naturaleza y el hombre fue un principio fundamental del conocimiento durante la vida de los esenios. Les permitió, de acuerdo con las leyes de la naturaleza, lograr grandes ventajas. Paz - armonía con la naturaleza y el medio ambiente significa que somos conscientes de que somos creación de Dios junto con la naturaleza y los animales, nada más y nada menos. Aprendemos a reconocer a Dios también en la naturaleza, que es perfecta. Aprendemos a cuidar la naturaleza y su protección. Aprendemos a poner nuestros intereses egoístas en un segundo plano y guiar nuestras acciones en consecuencia.